Agradecer

Sara Lucía Ramírez Cortés- Bogotá, Colombia-

Y María dijo:—Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se alegra en Dios, mi

Salvador, porque ha mirado la bajeza de su sierva. He aquí, pues, desde ahora

me tendrán por bienaventurada todas las generaciones, porque el Poderoso

ha hecho grandes cosas conmigo. Su nombre es santo, y su misericordia es de

generación en generación, para con los que le temen. Luc 1: 46-50

Actividad de introducción:

Reflexiona sobre el mayor logro de tu vida; en el proyecto más importante que haz dado término y responde las siguientes preguntas:

1. ¿Tuviste la fortuna de contar con todas las capacidades y habilidades para cumplir el objetivo?

2. ¿Viste la gracia de Dios reflejada en el reto a cumplir a tal punto que tuviste la ayuda que necesitaste?

3. ¿Sentiste que este objetivo era parte de un plan de vida ideado por el Señor?

4. ¿Agradeciste cada dificultad y cada obstáculo que se te presentó?

5. ¿Este objetivo ayudó a otros a sobrellevar las cargas unos de otros?

Reflexión:

El contexto del texto bíblico acontece después de dos hechos importantes en época de adviento: la anunciación a María y el nacimiento de Juan el Bautista. Lucas nos pone delante la situación de dos mujeres que tenían un llamado en el plan de la salvación: Elizabeth y María.

Ellas se encuentran con gran alegría y comparten juntas las buenas noticias: iban a ser madres. Sin embargo, cada una tenía algunas condiciones que dificultaban estos proyectos: María era virgen y todavía no se había casado con José (aunque en las profecías bíblicas se presagiaba que el salvador saldría del vientre de una virgen, el contexto cultural penalizaba estas situaciones) y Elizabeth y su esposo eran de edad avanzada.

Siguiendo con esta lógica, dividiremos el canto de glorificación y agradecimiento de María en dos momentos:

1. Agradecimiento a Dios por separar a su sierva para un plan mayor: (v. 46-53)

¿Cuántas veces ante el reto de atender el llamado divino agradecemos y reconocemos que este actúa a través de nosotras y aún a pesar de nuestros miedos? María exalta al Señor reconociéndose una sierva humilde quien con su ayuda acepta los retos que el objetivo tiene.

A pesar de la situación social tan difícil que estaba afrontando al aceptar ser madre en las condiciones mencionadas anteriormente, puede sentirse acompañada por un Dios que se ha acercado a hombres y mujeres subordinados por normas sociales.

2. Reconocimiento del plan de Dios que incluye a los más humildes: (v. 54-55)

En estos versos del canto del Magnificat, María puede reconocer que la palabra de salvación que anunciaron los profetas en el Antiguo Testamento se cumple en ella. ¿Cuántas veces nos hemos sentido excluidas y solitarias en nuestra vida cristiana? Hoy Dios nos acompaña en nuestro caminar de fe, venciendo obstáculos e incluyéndose en nuestro plan de salvación personal y en la vida comunitaria, así como María lo reconoce en este texto.

Reto para hoy: Agradezcamos las situaciones difíciles que surgen, Dios se manifiesta en la adversidad.

Oración:

Amado Señor: Agradezco las múltiples maneras en que te revelas en nuestras vidas, sé un compañero de camino y que al andar veamos tu increíble amor para con nosotras. Amén.

Publicado en Caminando en sororidad, 2023

Claudia Florentin